A veces, parece que «alguien» nos hace un guiño

La verdad es que no sé por donde empezar., así que comenzaré relatando lo que sucedió el pasado lunes 13 de febrero. Eran cerca de las cuatro y media de la tarde y me encontraba en una sala de actividades de una Residencia para Personas Mayores de la localidad de Alcobendas. Estaba allí porque iba a participar, de nuevo, como voluntario en una actividad de la organización Adopta un Abuelo. Ya son tres ocasiones en las que he tenido la oportunidad de colaborar con ellos, y espero que en el futuro, ¡sean muchas más!

Bueno, pues hasta aquí todo más o menos normal. Llegué un rato antes de comenzar y estuve ayudando a la responsable de la organización a montar el «chiringuito». En esta ocasión se trataba de ayudar a los residentes a confeccionar un cojín con forma de corazón. Claro, estamos prácticamente en San Valentín y la ocasión lo merecía. En definitiva, se trataba de acompañarles y echarles una mano si en algún momento se complicaba el asunto.

Como es costumbre cuando participamos en este tipo de voluntariado, una de las primeras cosas que hacemos es la de presentarnos a los residentes. Como es normal, de vez en cuando nos preguntan acerca de nosotros y nuestras familias. Del mismo modo, los residentes también se presentan, así puedes recordar sus nombres y dirigirte directamente a ellos. Pues cual fue mi sorpresa, cuando nada más llegar al lado de la gran mesa que habíamos montado al inicio, la señora que estaba sentada justo en mi diagonal tenía el mismo nombre que mi Madre. Sorpresa que fue a más, cuando la señora que estaba justo enfrente de la primera y pegada a mi derecha tenía el mismo nombre que mi abuela (materna). En mi caso, tanto abuela como madre hace un tiempo que fallecieron, con lo que esa casualidad me la tomé como ese guiño que aparece en el título. Me dio la sensación de que ‘alguien’ quería que pasara un rato divertido con dos personas que me recordaban a las que fueron mi familia.

Casi llegando al final, la coordinadora me comentó que si me apetecía echarles otra mano. Por supuesto que dije que ‘para adelante’, así que participé en la grabación de un anuncio con una de las residentes y, no se me va de la cabeza lo feliz que me hizo poder compartir esa experiencia, además de lo contento que salí de aquella residencia al completar la actividad. Tanto, que estoy deseando que se publiquen las nuevas actividades de voluntariado para ver si me puedo apuntar a alguna de ellas. ¡Lo recomiendo!

En entradas anteriores he comentado lo necesario que es para uno participar en este tipo de propuestas. Lo primero es porque ayudas a otras personas, pero lo mejor es que tú sales mucho mejor de como entraste. Míralo desde el punto de vista egoísta. El tiempo que dedicas a voluntariado, multiplica por n tu felicidad.

Y ya para ir terminando esta entrada, comentar que hace unos días vi que una compañera hablaba acerca de un programa para ser mentor de mujeres que han terminado un programa formativo en el ámbito de los datos,… y como podrás sospechar, fue el detonante para que me pusiera en contacto con ella y prácticamente, acto seguido, cursara mi candidatura.

En unos días hablaré más en detalle acerca de este programa y lo importante que es echar una mano a esas mujeres que han optado por dar un giro a su vida apostando por el upskilling y/o reskilling.

Publicado por alb3rtoalonso

Soy un enamorado del poder de los datos. Entusiasta de la mejora y formación continua.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: