Hace un par de semanas compré el libro de Marcos Álvarez, «Liderando con OKR» y si bien, no he podido avanzar todo lo que me hubiera gustado, si que he conseguido tomar unas notas y aprender un concepto que, hasta ahora no había escuchado antes y me ha parecido muy interesante.
Está incluido dentro del capítulo cuarto, Colaboradores Ágiles y más concretamente en el apartado con el título de Generalistas vs Especialistas. En él, el autor habla acerca de un concepto introducido en 2009 por Tim Brown, CEO de una de las más importantes compañías de Innovación a nivel mundial, IDEO. Se trata de T-shaped person o en castellano, personas de tipo T.
El motivo del uso de la T viene por la identificación de las dos líneas que forman la letra con skills propios del individuo. Es decir, la línea vertical se corresponde con el nivel de experiencia en un campo determinado (especialización). Mientras que la línea horizontal se vincula al interés por todas aquellas otras cosas que lo rodean. Así, en el libro, la definición empleada es la siguiente: «Las personas tipo T son especialistas en su campo y tienen una alta empatía que les ayuda a ver y a imaginar problemas desde otras perspectivas y a contribuir con su opinión en áreas en las que a priori no son expertos«. Además, los describe como entusiastas, curiosos y con un gran impulso para aprender y colaborar.

Es por eso que, en momentos como el actual, las organizaciones deben identificar a esas personas tipo T. Son valiosos activos empresariales, ya que su empuje y visión, son un Up que no se puede desaprovechar. Son el colaborador ágil a incluir en tu proyecto.
Si bien es cierto que tras realizar varias búsquedas acerca de T-shaped person, he visto que existen otros tipos. Son el pi-shaped o el comb-shaped, que al final vienen a sumar líneas verticales sobre las que se es experto.

Esto demuestra que cada vez es más importante, de cara a la empleabilidad adoptar un enfoque más amplio del tan manido «Generalista vs Especialista». Lo que sin duda, «obliga» a orientarse hacia el aprendizaje y la mejora continua. En sectores como el tecnológico, cobra especial importancia esta aproximación, ya que el cambio y la evolución es tan rápida que, en un corto periodo de tiempo puedes quedar obsoleto.
Ahora que llega el final del año y es buen momento para sentarse y pensar en los objetivos de los próximos años. Hacer un ejercicio de autocrítica y definir nuestro propio plan de carrera, es sin duda una buena práctica. Por ello, te invito a profundizar en metodologías como OKR para que te ayuden a plasmar esos objetivos, haciéndolos accesibles mediante los resultados clave que describas, y te lleven a cumplir con ellos de cara a lograr todos tus retos.
Brinda por tus nuevos desafíos
Feliz Año Nuevo
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2 comentarios sobre “¿Generalista o especialista?”