Mucho se viene hablando de lo importante que es el control de versión a la hora de trabajar en el desarrollo de aplicaciones. Y ciertamente, no le voy a restar nada, más bien al contrario, voy a aportar una nueva fuente a controlar como adopción de buenas prácticas DevOps. En este caso, me voy a referir a los ficheros yaml.
Este tipo de archivos, cobra especial relevancia en la creación de pipelines de Azure DevOps. Cuando nos enfrentamos a la creación de un nuevo pipeline de despliegue, disponemos de la opción de realizarlo de un modo visual, seleccionando las piezas o elementos que nos ayuden en la tarea o también, disponemos de la posibilidad de utilizar un fichero .yml, lo que nos permite ir algo más rápido e incluso reaprovechar parte del código previamente implementado.

En la imagen de arriba, podemos observar el editor de pipelines utilizando la opción manual para incluir los distintos pasos a completar en nuestro despliegue. Mientras que en la siguiente imagen, vemos lo mismo pero como fichero .yml. Como puedes observar, la diferencia salta a la vista, pero lo más importante aquí es que, en este segundo modo, la opción de versionado y reutilización de parte del código, cobra especial sentido de cara a mejorar la calidad de nuestro trabajo.

Es decir, podríamos disponen de pedazos de código en formato .yml que a su vez fueran incluidos dentro del fichero global del pipeline y seguiría funcionando. Esto nos abre la puerta a trabajar de un modo tremendamente eficiente, lo que redunda en optimización de tiempos y alta calidad de trabajo. Por lo que empieza a pensar en saltar del editor visual al apasionante mundo de Yaml, y pronto comenzarás a sentir los beneficios de esa aventura.

Comenzar a integrar estas plantillas de ficheros .yml como antes hicimos con las ARM Templates, nos permiten continuar mejorando en el seguimiento de buenas prácticas DevOps.