Hoy 26 de diciembre encuentro el primer hueco para poder escribir unas líneas. Estos días son de lo más movido y disponer de un ratito para concentrarte y ponerte delante del procesador de texto, resulta de lo más difícil. Ahora, una vez conseguido, espero no tener ninguna interrupción y conseguir terminar el artículo a tiempo para publicarlo a lo largo de la mañana de este lunes festivo para unos pocos.
NOTA: Fui un iluso, es el mediodía del miércoles y aún sigue sin publicarse. Espero hacerlo antes de que termine el 2022 😉
En la cabecera de la entrada he incluido el que va a ser mi mantra del año que comienza en unos pocos días: «A disfrutar». Este slogan, creo que resume la forma en la que desde hace ya unos pocos años enfrento la vida. Es un mensaje simple y directo, compuesto tan sólo de una preposición «a» y un verbo en infinitivo «disfrutar». Sin embargo, si se analiza lo que significa cada una de ellas, la «cosa» se vuelve más interesante. Veamos:
- «a», expresa la idea de movimiento que tiende a alcanzar un fin o propósito.
- «disfrutar», que expresa la acción de disfrute sin especificar el tiempo verbal, modo ni persona.
Por lo tanto, si combinamos ambas palabras, el resultado es que para el 2023 tengo planeado un «movimiento dirigido hacia el objetivo de experimentar gozo, placer o alegría con alguien o algo«, y justo eso es que voy a perseguir durante el próximo ejercicio. Es decir, pasármelo genial, gozando cada uno de los pasos que me conduzcan hasta la meta del 2023.
Tenerlo claro es un buen comienzo aunque sin duda, para conseguir avanzar en el camino, el «viajante» necesitará algún tipo de motivación (o empuje) y obviamente, ésta habrá que mantenerla en el tiempo, o de lo contrario será (como se suele decir en algunas ocasiones) «flor de un día». Pues aquí es donde me surgen algunas diferencias con respecto a muchos autores de buenísimos libros de productividad, mejora, conocimiento, transformación,… pues una inmensa mayoría de ellos, menciona que el componente fundamental para lograr conseguir «todo» (o casi) lo que te propones es la Actitud. Si analizamos la fórmula del valor, vemos que la actitud multiplica mientras que el conocimiento y la habilidad, tan solo suman.
Valor = (Conocimiento + Habilidad) x Actitud
Sin duda, es una buena fórmula, pero cuando el camino a recorrer es largo, no me termina de convencer. Desde mi punto de vista, sirve para carreras de velocidad, tipo sprint. Sin embargo, para carreras más largas tipo maratón, enfrentarlas únicamente con una buena actitud es saber que en el Km 30 te vas a dar de bruces con el muro y terminarás abandonando la carrera.
Es por todo ello, que para mi, son fundamentales la pasión y el compromiso. Es cierto que mantener la pasión en el tiempo es complicado. Todos hemos oído hablar en alguna ocasión a alguien acerca de los complicado que es mantener la «llama encendida» tras muchos años con la misma pareja. Si bien, para ayudar con ello, está el otro concepto básico, el compromiso.
Para mi, ambos son como una interpretación de los OKR (Objetivo Resultado Clave), donde el objetivo refleja la pasión (deseo) por conseguir algo, mientras que el compromiso se muestra como esos resultados claves que nos ayudan a lograr mantener el fuego vivo.
Pasión
Siento pasión por lo que hago. Por supuesto, que no todas la tareas que engloba «hago» son alucinantes. Sin embargo, el conjunto es lo suficientemente atractivo como para ayudarme a lidiar con ello y seguir profundizando en la solución, problema o planteamiento. Es como el muelle que me impulsa todas las mañanas para saltar de la cama 😉
Por otro lado, una de las cosas que más me gusta es leer. No tengo una temática concreta, sino que me gusta leer acerca de multitud de temas distintos, principalmente porque eso me permite identificar aquello que desconozco, lo que viene a ser el «NO sé que NO lo sé». Este es sin duda el cuadrante de la matriz del conocimiento por el que mayor debilidad siento. Pues una vez identificado, ya me permite trazar un plan para, poco a poco ir adquiriendo esa nueva capacidad y transformarlo desde «Sé que NO lo sé» hasta un «Sé que lo sé».

Un ejemplo fue cuando hace tiempo comencé a explorar los formatos de archivos (Apache Hudi, Apache Iceberg, Delta Lake de Databricks) que hacen posible que los sistemas de ficheros sean el corazón de las arquitecturas de Big Data a día de hoy. O más recientemente, profundizar en el beneficio que el paradigma Data Mesh proporciona, en cuanto a arquitectura moderna de datos, a las organizaciones multinacionales.
Me encanta descubrir aquello de lo que no tengo ni idea, y para tal fin, lo mejor es leer mucho (revistas, artículos, libros, entradas,… de casi cualquier tema) y seguir a personas que sean referentes. Apúntatelo porque esta es una buena recomendación para poder detectar aquello que antes no sabías que tan siquiera existía.
Compromiso
El compromiso es la obligación de cumplir con aquello que se acordó. Es decir, si me comprometo a completar dos entradas en diciembre, que al finalizar el mes, haya sido capaz de publicarlas. Eso es lo que significa estar comprometido con algo o alguien, cumplir con lo acordado.
Por supuesto, hay ocasiones en las que uno está comprometido, si bien al final no ha sido capaz de completar aquello con a lo que se comprometió. Aquí entran muchos factores en juego, y son tan importantes que incluso son abordados por multitud de metodologías (OKR, Scrum, SAFe,…), puesto que es clave identificarlos para así poder mitigarlos y de ese modo, mejorar y conseguir ser más eficientes en el futuro.
Por todo ello, ser capaz de perseverar a lo largo del tiempo con el propósito de cumplir con aquello que te habías marcado es sin duda fundamental para conseguir llegar a buen puerto y lograr los objetivos que te formules.
CONCLUSIÓN
Yo ya tengo mi lista de objetivos para el 2023, por lo que te invito a escribir la tuya y plantearte cómo podrás hacer posible lograr todo aquello que te planteas. Dibujando el camino a recorrer, te resultará más sencillo ponerte a ello cuando la pasión mengüe y el compromiso se encuentre con algún que otro obstáculo. Y recuerda, no hay vergüenza en no conseguir todo lo que te propones, estamos aquí para tratar de lograrlo. Piensa que no siempre seremos los campeones y que hay mucha dignidad en ser el segundo, tercero e incluso el último. Ya que, para que uno sea el vencedor, otros han tenido que participar.
Por último, ya sea con pasión y compromiso o con una buena actitud, te deseo un muy feliz 2023 y «a disfrutar» de todo aquello que te dibuje una sonrisa en la cara. Pues todo (y enfatizo, todo) logro, por pequeño que sea, hay que celebrarlo.
Foto de portada gracias a Andres Ayrton: https://www.pexels.com/es-es/foto/pareja-amor-cafe-beber-6579050/
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